lunes, abril 19, 2010

El hombre que era un gato

Entusiasta, obseso, frenético, paranoico, maniático pero también tranquilo, ecléctico, reflexivo, inconformista, yo, Yo, YO, haciendo gala de un inmenso Ego -tan grande que se escribe con mayúsculas-, mas sin pretensiones análogas, os saludo: hola, seres sin nombre.
Llamadme como queráis (Bob, el Gato, el palurdo ese del blog del gato) o incluso no me llaméis, pero si estáis aquí (¡eo!), espero os sirva de algo leerme, que os entretenga, y que el rincón del gato llamado Gato no sea sólo una válvula de escape de la mier las cosas que habitan en la mente de este pobre diablo feliz habitante del mundo.
Nada más por ahora, muchas gracias por tomaros el tiempo de leerme, apreciarme, despreciarme, etcétera.
Que antiguas experiencias me sirvan para evitar errores y mantener las ganas de escribir durante mucho tiempo.

El del enorme Ego se despide para atender sus obsesiones, manías, paranoias, inconformismos...
Adiós.

2 comentarios:

  1. Re-bienvenido a la blogsfera y... ¡qué decir! qué te sea leve (: Aquí te estaremos leyendo por lo menos dos. Quiero decir, una.

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  2. vale, llego tarde, pero más vale tarde que nunca. Oins (vaya interjección más rara), pues me encanta como ha quedado el blog :DD Así minimalista y personal. Me encanta!
    Ahora, esperemos a que las paranoias surgan de tu cabeza! =D

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