jueves, enero 19, 2012

El que veía películas en blanco y negro todas las madrugadas que era un cazador cazado


Miro al suelo fijamente, sin ver, meditando acerca de nada, oyendo el tictac del minimalista reloj de pared rojo, incrustado a mi espalda en una blanca extensión vertical vacía de todo menos del tiempo.

Vacía de todo menos del tiempo. Como todo.

Me levanto. No estoy deprimido, hace tiempo que no lo estoy, aunque, por supuesto, esa criatura hostil y petulante, pagada de sí misma, irracional y sin motivaciones verdaderas sigue acechándome desde las esquinas. Cada vez que me giro, allí está, la veo de reojo, con esas espantosas zarpas negruzcas capaces de insertarse en mi pecho causando más estragos que la propia muerte.

Camino lenta y pesadamente, porque no sé dónde ir. Cuando alcanzo el pasillo, me saluda el siniestro perchero, siempre lleno de personajes imaginarios. Está el Hombre de la Lluvia, con su paraguas y la gabardina, la Mujer Estrafalaria, que gusta siempre de vestir  abrigos largos de lana tejidos con un dudoso sentido de la estética,  el Dandi y su americana de tweed, que nadie ha usado realmente, pero allí sigue, viendo pasar el tiempo. Y sobre todo, está la Sombra. La Sombra que nunca te esperas pero con la que indefectiblemente te topas. ¿Saldrá del perchero esta vez y me apuñalará?

Me planteo un escenario hipotético: si morir fuese tan sencillo como presionar un botón e instantáneamente cesar de existir, ¿quedaría gente en el mundo o no? Concluyo que probablemente yo ya no estaría. La Criatura que Habita en las Esquinas me habría obligado, es ladina y solo quiere que nos consumamos.
¿Pero por qué esa criatura me acecha? ¿Por qué nos acecha? A veces, la gente cree que es ella pero en realidad la confunden con otro. La confunden con su reflejo. Pero yo no me confundo, yo la veo. Y no es fácil verla, ni tampoco agradable. Requiere largas y truculentas horas de reflexiones infructuosas, de callejones sin salida, noches insomnes y horas perdidas por el deber más puro y correcto, el que más se opone a ti y lo que más odias en el mundo. Y entonces, la veo. Y si la ves una vez no te abandona nunca. Por eso me acecha.

A pesar de todo, creo que es peor no verla. Si la ves es porque has hecho un gran esfuerzo. Y ese gran esfuerzo tiene también sus grandes recompensas. Es curioso, pero no podría vivir sin verla aunque a veces me fuerce a dejar de vivir. Por suerte o por desgracia carezco de la valentía necesaria para hacerle caso. Pero si fuese cosa de presionar un botón, quizás ya lo habría hecho.

Y es por eso que me sentiría decepcionado si quedase gente en el mundo. El Hombre de la Lluvia y la Mujer Estrafalaria, la Sombra y el Dandi, ¿se borrarían si la criatura les acechara? ¿Te borrarías tú?

2 comentarios:

  1. Mensaje para el Nyan cat: Gracias¡¡ ale a dormir
    Mensaje para El Gato: Sabiendo como eres , poqué cojones no te pedi tu blog antes? por favor si conoces la respuesta me lo pasas en un mensaje. Esque ahora se me acumula el trabajo sabes? que aquí hay muchas cosas divertidas e infumables otras XD.

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  2. Infumables muchas, por desgracia XD

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