martes, marzo 15, 2011

El que se quedó sin palabras que era asesino de pájaros por la gracia de Dios

Comenzaré con una declaración bastante clara: yo no quiero que salven mi alma por mí. Así que, por favor, si todavía hay algún religioso proselitista en la sala que pretenda hacer progresos conmigo, que se vaya dando por vencido. Porque Pascal estaba equivocado. Anda mira, acabo de llegar a un punto interesante, voy a rebatir la Apuesta de Pascal así, de un plumazo y en un momento, que a mi me gusta cargarme las teorías de los filósofos que admiro.
Recordemos un momento en que consiste la apuesta de Pascal...

Puedes creer en Dios; si existe, entonces irás al cielo.
Puedes creer en Dios; si no existe, entonces no ganarás nada. 
Puedes no creer en Dios; si no existe, entonces tampoco ganarás nada. 
Puedes no creer en Dios; si existe, entonces no irás al cielo.
Entonces la apuesta más sensata es creer en Dios, porque puedes ganarlo todo o no ganar ni perder nada.

...ya. Bueno, pues a lo iba. Que la voy a rebatir usando la reducción al absurdo, que es una cosa que me gusta a mi mucho también por esa carga tan estimulante de sarcasmo y desprecio que tanto gusta al ser humano. Porque es divertido criticar, muy divertido. Si no, que se lo pregunten a Boyero, que vive de eso...
En fin, pongamos por un momento que acepto el razonamiento de la condenada Apuesta. Y ahora, introduzcamos nuevos elementos. Pongamos que digo que si antes de encender un interruptor das tres vueltas sobre ti mismo mientras gritas vocales sin sentido, al día siguiente encontrarás junto a tu cama un billete de 500 €.

Puedes dar las vueltas y gritar, si es cierto el asunto, ganas 500 €.
Puedes dar las vueltas y gritar, y si es falso, no ganas ni pierdes nada (salvo, tal vez, un poco de dignidad, pero no es nada que no pierdas humillándote ante Dios...)
Puedes no dar las vueltas ni gritar, si es cierto, no ganas los 500€.
Puedes no dar las vueltas ni gritar, si es falso, tampoco ganas ni pierdes nada.
Entonces, alabado sea Pascal, no nos queda otra que dar tres vueltas sobre nosotros mismos y gritar vocales sin sentido cada vez que encendamos la luz.

Hala, Apuesta rebatida. Traducción: si damos por válido el razonamiento, tenemos que creer en cada religión y llevar a cabo cualquier absurdo improbable que se nos ocurra "por si acaso".
Y ahora cito a Victor Manuel:  
Déjame en paz,
que no me quiero salvar,
que en el infierno no estoy tan mal.
Porque no sé si lo sabéis pero en el cielo lo único que hay son una cantidad infinita de ejemplares de la biblia con todas las encuadernaciones posibles (en cuero, en papel, plástico, barro, ladrillo, cristal, madera, aire, melaza...) y vidas de santos. En el infierno están el resto de los libros.

Os parecerá mentira pero mi motivo principal de esta entrada era comentar lo que dice esta señora.
Ah, que no os apetece ver el video. No pasa nada, yo os lo resumo. La susodicha dama de la elegantísima chaqueta de estampado de leopardo azul brillante (es tan precioso como suena) sugiere que millones de pájaros caen del cielo porque EEUU tiene una política cada vez más abierta hacia los derechos de las parejas del mismo sexo y ha abolido el don't ask, don't tell. Como suena. De ahí lo de que no quiero que me salven. Que toda esta gente yo no sé lo que pretende. No sé por qué lo hacen. ¿Quieren controlarnos a todos? No pueden, lo siento, a estas alturas ya no. ¿Quieren convertirnos en gilipollas? Diciendo gilipolleces difícilmente nos harán gilipollas. ¿Se aburren mucho? Probablemente, y por eso no nos dejan vivir tranquilos a nosotros, están amargados. Lo único que quieren es tocar las narices. Así que, si esta señora está a gusto con esa chaqueta diciendo semejantes sandeces, pues por mí, perfecto, pero en mi opinión, debería actualizarse un poco y dejar de tomarnos por idiotas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario